martes, 27 de octubre de 2015

Tikis!!!!!

Haciendo el curso de cocteleria, me han llamado la atencion, mas que nada por su sabor...😉
Atrevance a saborear uno!!!😉

¿Qué es la cultura tiki? Es la cultura de los bares y restaurantes de las islas de la Polinesia, que en Occidente se traduce fundamentalmente en bares exóticos con cócteles que tienen en el ron como licor base y una combinación de zumos de frutas inimaginables que nos transportan de inmediato a un cuadro de Gauguin. Cócteles servidos en curiosos vasos que evocan parajes lejanos y misteriosos, repletos de vegetación inimaginable y cascadas de aguas cristalinas, esos lugares en los que cualquier habitante de cualquier ciudad de Occidente desearía acabar sus días.

La cultura tiki surge en el Estados Unidos de los años 30, cuando tras varios viajes a la Polinesia Raymond Gant abre el Don the BreachComber, un establecimiento rompedor cuya estética evocaba escrupulosamente aquellas islas paradisíacas. Hay que tener en cuenta que este establecimiento nació en 1934, tras más de una década de Ley Seca, y fue una buena respuesta a las ansias de distensión (y, para qué negarlo, licores de alta graduación) de una gran mayoría de estadounidenses, felices de haber dejado de beber en la clandestinidad.

Le siguió Victor Bergeron, con la apertura de varios locales, como el Trader Vic, lo que hizo que la cultura tiki se fuese consolidando en las principales ciudades de los Estados Unidos y, claro, también desvirtuándose. Fue el comienzo de la expansión de todos esos locales que tan bien conocemos de estética inapelablemente kitsch y decorados de cartón piedra que nada tienen que ver con aquella Polinesia liberadora que soñaban los estadounidenses de los años 30. El Mai Tai se hizo la estrella indiscutible, con pequeñas variaciones sobre la receta primigenia, y su éxito no sólo ha llegado a nuestros días, sino que se ha incrementado en los últimos años gracias al resurgir de la cultura tiki, ya no sólo en sus bares, sino en cualquier coctelería que se precie.

lunes, 26 de octubre de 2015

"9 Adjetivos del vino que deberias saber para MOLAR"


Hace poco leí el " Manual del sumiller" de Giuseppe Vacarinni (muy bueno por cierto), y quizas estos adjetivos deberían sumarse a los tantos otros técnicos descriptos en el libro...



Sí, ya sabemos que el vocabulario esnob que utilizan muchas veces los más conocedores y entusiastas del vino crea rechazo en algunos y risa en otros. Pero, ¿no creéis que hay ocasiones en las que soltar un adjetivo sobre el vino que estáis tomando puede ser molón y hasta sexy? Si eres de los que opinan esto último, aquí tienes nueve términos que deberías saberte al dedillo:
Abocado (o embocado). Usa este término para designar a los vinos que ofrecen sensaciones azucaradas. No cuela si es un vino dulce o semi dulce; tienes que utilizarlo sólo con vinos que, sin llegar a ser dulzones como un Oporto, os recuerden a cosas dulces.
Acerado. Este vocablo no proviene de la palabra “cera”, apuntando a los vinos con color a cera natural, sino que hace referencia a un matiz en la coloración de los vinos blancos jóvenes y pálidos similar al brillo del acero. Si en los bordes de la copa ves un color que te recuerda a algo metálico, puedes dejar caer el palabro tan ricamente.
Agresivo. Este término es perfecto si el vino es peleón o no os gusta porque está muy fuerte. Decimos que un vino resulta agresivo cuando su aroma y sabor son demasiado penetrantes y desagradables. Tal agresividad suelen dársela las excesivas acidez y astringencia. Si se te pone la cara de Amavisca mirando al sol, no hay duda: es un vino agresivo.
Alegre. No va por aquello de que el vino nos hace reír ni por ese puntillo tan gustoso que nos da el alcohol en buena compañía. Puedes decir que un vino tiene alegría cuando en boca es ligero, fresco y fácil de tomar. Ya sabes, esos vinos que entran solitos.
Corto. Se dice que un vino se ha quedado corto cuando es muy joven y parece sin terminar. También puedes decir que se te ha quedado corto… si te ha gustado tanto que quieres repetir ;-)
Decrépito. Adjetivo ideal para describir los vinos desequilibrados por completo debido al exceso de edad. Si guardas un crianza normalito del año 96 en el armario de la cocina, tienes muchas posibilidades de que ahora sea imbebible. Si te atreves a probarlo, puedes decir con la boca bien grande cuán decrépito se ha quedado.
Hueco. Se dice de los vinos que decepcionan en boca debido a sus muchas carencias. Directamente, si te resulta soso, sin gracia, si te recuerda al agua, puedes decir que es hueco y poner cara de ni fu ni fa.
Morapio. Con este vas a quedar genial. Suéltalo sí o sí en la próxima Nochebuena para dejar al personal ojiplático; lo que realmente estarás diciendo es que se trata de un vino de color intenso y tonos apagados por su poca acidez.
Terpénico. ¿A que no tienes lo que hay que tener para decir en la próxima comida de empresa que el vino te gusta sobre todo por su carácter tarpénico? Si te atreves, que sepas que estás diciendo que presenta aromas densos e intensos, generalmente florales, como a lilas, violetas…
Vocabulario vino

domingo, 25 de octubre de 2015

BuEn DiA !!! Y no tantos.....

...así arranca el domingo de hoy, recordando que el deporte motor es un mundo apasionante,  y que hasta el final de las vueltas la lucha sigue, y sobre todo que hasta el mas grande se equivoca. No es cuestión de defender o echar culpas, si estoy de acuerdo con la mala acción de Valentino Rossi, y que debia haber actuado distinto dada su experiencia, pero también es verdad que Marc Marquez ( en contra de lo mucho que estoy leyendo por ahi) no jugo limpio tampoco, y que como dicen los comisarios, a "día de hoy no hay ninguna ley para sancionar a Marquez"...


Valentino podría tener ritmo para pegarse a lorenzo? Puede que si...mirando los tiempos recién, Lorenzo le saca medio segundo por vuelta, pero sabemos que rossi pegado a una rueda se crece, otra cosa es que hubiese durado toda la carrera detrás (o delante). El caso es que el lio formado con Marquez propicio el retraso de mas de 3.500 segundos por detrás de Lorenzo y el evidente enfado de Valentino. 

Debo decir que para hablar hay que analizar. En la web lei muchos comentarios, incluso de "profesionales", que deberían ser objetivos e imparciales a la hora de exponer sus teorías o argumentos. Hoy me di cuenta de que...como en política...hay muchos periodistas que no deberían serlo...No entrare en polémica de si Rossi "dio patada a Marc", o de si la culpa fue de Marc por "enredar" a Valentino durante las primeras vueltas para perjudicarle, si se que ambos estuvieron mal, y que el mayor perjudicado es ROSSI...y no creo ni que Lorenzo tenga razón a la hora de pedir que "deberían haberle sacado bandera negra, ya que Marc sumo 0 puntos, y Rossi debería haber sumado los mismo".


Por ultimo decir que hubiera pasado si en lugar de Rossi, el que hubiese estado en ese lio hubiera sido "Lorenzo" ??? ...y rossi llegase a valencia con 15 de ventaja y Lorenzo saliendo ultimo...Hubiese sido correcta una sanción a Lorenzo en ese supuesto caso??? y Marquez?? 


Nada, seguiré respetando y admirando a VALENTINO ROSSI, lo siento Jorge, pero yo no soy de los que "le perdimos el respeto"...

viernes, 23 de octubre de 2015

Atraer comidas y cenas de empresa a un restaurante

Las comidas y cenas corporativas constituyen una actividad muy lucrativa para los restaurantes, por cuanto en España la cultura del buen comer no está reñida con un evento o acción de la empresa en la que se trabaja.

Por ello, no se escatima en nutridos y elaborados menús y es de recibo destacar que, aunque en estos años de crisis se han ajustado mucho los precios, las celebraciones gastronómicas con compañeros de trabajo siguen siendo una opción muy positiva para los hosteleros al tratarse de propuestas cerradas y de un número importante de comensales, por lo general.
Para saber aprovechar la oportunidad que suponen ests actos de empresa, los consultores de Linkers dictan una serie de recomendaciones mínimas.
No se trata de una reunión de amigos. Es un cliente diferente y tiene necesidades específicas. Por ello, a la hora de captarles, el empresario debe analizar si de verdad quiere competir en un mercado tan profesionalizado como es el de la celebración de cenas o eventos de empresa, y si cuenta con aquellos recursos necesarios para desarrollarla de forma correcta -ubicación, superficie destinada, plantilla acorde en número y capacidad, requerimientos técnicos, etc.-. Hay que estar seguro de poder responder a la atención personalizada requerida, con las exigencias personales que todo ello conlleva. Apresurarse en la captación de nuevos clientes sin pararse a pensar en las particularidades del establecimiento puede tirar por tierra una oportunidad de negocio.
Publicitar el restaurante en los lugares adecuados. Primero, se debe definir el público. Y es que una comida o cena de empresa puede ser de ejecutivos, de oficinistas, de técnicos, de mecánicos o de becarios. El restaurante podrá dirigirse incluso a todos ellos si su oferta gastronómica y estructura lo permite. Elegido el target, es aconsejable pensar en sus hábitos de consumo o en los ambientes en que se mueven para que el mensaje llegue de manera más certera. Por ejemplo, al cliente ejecutivo se le puede abordar con publicidad a la salida de las oficinas o realizar un evento como excusa para que vean el establecimiento, sus instalaciones y su equipamiento audiovisual. Por el contrario, a un público de becarios le interesará un precio ajustado y se les puede atraer con retransmisiones deportivas.
Relaciones públicas, una opción a valorar. Apoyarse en colaboradores externos para que la atracción de cenas de empresa sea mayor en número y calidad es una opción cada vez más extendida. Son profesionales con una nutrida cartera de clientes, en este caso empresas que suelen hacer eventos o cenas de empresa temporada tras temporada, y que acuden a ellos buscando asesoramiento y establecimientos que cubran sus necesidades. Su retribución suele ser variable en consonancia al número de comensales del grupo captado y el precio del menú cerrado, aunque si el modelo de negocio del restaurante está basado únicamente en eventos, se puede estudiar un mínimo fijo para asegurar la continuidad.
Los servicios adicionales ayudan, y mucho. Las cenas de empresa abarcan más ámbitos que el puramente gastronómico. Suele haber presentaciones, discursos previos y finales, comunicaciones de resultados o, incluso, personalización hacia un empleado. Por ello, todos los servicios adicionales que se puedan ofrecer son una gran baza para captar el evento -aparcacoches, garaje, ropero, terraza habilitada para fumadores, medios audiovisuales, reservados, posibilidad de cerrar el establecimiento en exclusiva, actuaciones en directo, monólogos, etc.-.

Conocer al detalle la empresa. Si el empresario hostelero quiere cerrar ese evento en su restaurante deberá preguntar, investigar e indagar cuáles son las necesidades mínimas que requiere y cuáles pueden mejorar la experiencia, para que de esa manera no sólo se cubran las expectativas, sino que se superen. Algunas preguntas que se pueden realizar para que el cliente perciba el cuidado en la organización podrían ser: ¿Hay compañeros que no se hablan? ¿Es una estructura jerarquizada que requiere diferenciación de asientos? ¿Los comensales son de carácter internacional o hablan español? ¿Hay algún recién expatriado que no conozca la cultura y gastronomía nacional? ¿Es un grupo consolidado o se acaba de organizar?

Originalidad y veracidad en los nombres de los platos. Seguramente la compañía cliente tenga decenas de opciones donde celebrar el evento. Es por esto que se debe poner cuidado a la hora de confeccionar el menú, sobre todo al explicar y nombrar los platos e ingredientes que lo componen. No sería la primera vez que las expectativas se ponen tan altas que es imposible cumplirlas y, si se cumplen, resultan poco rentables. Los nombres de los platos deben de ser atractivos, sin caer en el barroquismo que, en ocasiones, llegan a ocultar entre tanto ingrediente cuál es el elemento principal. Lo mismo ocurre con la calidad o categoría del producto. Se debe huir de epítetos, nombres o calidades que no se conocen o no pueden incorporarse al plato por su coste o porque está fuera de temporada.

La diferenciación atrae. Casi todos los locales son susceptibles d